El sueño del tintero
Para el Tintero del Oro y Vadereto
He vuelto a escribir, las ideas fluyen mientras mi mano las plasma en el papel, pero nunca antes me había sentido así.
Nunca había sentido el éxtasis de la creación.
Soy capaz de sentir el dolor que escribo mientras mis lágrimas caen sobre la hoja. En mi estómago se forma el mariposeo del flirteo inicial que a medida que desarrollo la relación de los personajes, acaba en un torrente de pasión que me lleva al clímax. Hasta río a carcajadas cuando describo el momento más cómico.
El teléfono no para de sonar, pero no puedo ni quiero parar.
Empiezo a sentir el miedo del protagonista, mis dedos se paralizan, el corazón se me desboca, no puedo respirar bien, tengo temblores y sudo.
Intento llegar al teléfono que sigue sonando pero la negrura me alcanza antes.
Imágenes de un tintero de oro con un grabado me llegan:
«pídeme un deseo y lo verás por escrito pero todo tiene un precio»
Y recuerdo ese deseo ferviente de inspiración.
Al instante, una luz me incide en los ojos y aparece un médico que empieza hacerme preguntas. Me explica que he sufrido una sobredosis, que probablemente esté pasando por un brote psicótico y que me ayudarán en todo lo que puedan.
Río ante el atrevimiento del farsante e intento levantarme pero estoy atado, inmovilizado, grito de desesperación. Oigo voces y pasos hasta que las tinieblas vuelven.
De nuevo aparece el tintero y suspiro, aliviado al creer que solo ha sido un sueño.
Sueños que se convierten en pesadillas, la locura de escribir sin parar, igual podría ser una nueva enfermedad a catalogar, jejeje. Menos mal que fue sueño. Saludos, Lulita.
ResponderEliminarHola Mayte.Me encanta la libre interpretación de la lectura y más en relatos limitados en pocas palabras, que no siempre podemos explicarnos en detalle para que quede clara nuestra intención. En realidad el cree que es un sueño, pero la realidad es la versión más dura. Gracias por leerlo y por darle un final más feliz al protagonista. Un abrazo
EliminarTremendo relato.
ResponderEliminarGracias Ánxela por leerlo!
EliminarHola Lulita, sueños, pesadillas que toman vida. Parece el prólogo de una novela, la atmósfera que crea el personaje y te lleva hacia un final sorprendente. Muy bien entrelazados los elementos del reto. Sentí la agónica desesperación del personaje, las voces en su cabeza y esa habitación blanca que parece ser su triste realidad. Muy buena. Un abrazo
ResponderEliminarGracias Nuria por pasarte. Me alegra leer que el relato ha transmitido las sensaciones del protagonista. Un abrazo
EliminarHola Lulita. Excelente relato donde realidades y pesadillas se entremezclan en una atmósfera de angustia que agobia. ¡Me gustó! Un abrazo.
ResponderEliminarHola Marlen, gracias por leerlo y tu apreciación. Un abrazo
EliminarSospecho que el estar atado, internado compulsivamente, fue una visión producida por el tintero.
ResponderEliminarParaa escribir, el escritor tendrá que experimentar en su propia persona, lo vivido por sus personajes. Será el precio de la inspiración.
Un abrazo.
Gracias por pasarte, por tu interpretación personal y profunda del relato. Un abrazo!
Eliminar¡Hola, Lulita! Muchas gracias por participar en el microrreto. Inquietante relato onírico. Queda el misterio de saber qué es sueño (o pesadilla) y qué es realidad, aunque me temo que la respuesta no va a ser agradable para el protagonista. Muy buen efecto.
ResponderEliminarUn abrazo.
Hola M.A, gracias a tí por la iniciativa, lo bueno de los micros es que puedes dejar abierto muchas interpretaciones. Un abrazo!
EliminarMuy buen micro, pude sentir la desesperación del escritor, el creer que está viviendo un sueño, su locura, me gustó mucho tu manera de narrarlo, saludos.
ResponderEliminarPATRICIA F.
Hola Patricia, muchas gracias por leerlo, encantada de que te haya gustado. Saludos
EliminarGracias Patricia, me alegra haber podido transmitir esas sensaciones aunque sean angustiosas!Un abrazo
ResponderEliminarHola, Lulita. Un micro opresivo y muy inquietante. Transmites muy bien la obsesión del escritor.
ResponderEliminarGracias Marta! Una abrazo!
EliminarHola, Lulita.
ResponderEliminarDiscernir entre sueño y realidad parece indispensable para nuestra cordura; pero ¡nos gusta tanto soñar!
Las pesadillas también forman parte de nuestra experiencia de vida, aunque hay algunas de la que es imposible despertar.
Un relato intenso, poético, que nos contagia la pasión y sufrimiento del personaje al contarlo en primera persona. Muy bien transmitida esa angustia e inseguridad de la realidad.
Felicidades.
Abrazo
Gracias Jose Ant. Por leerlo, por tus palabras y por hacernos partícipes de tus retos. Un abrazo!
EliminarBuena historia, Lulita. A través del delirio del protagonista de tu relato, plasmas muy bien la fiebre de la creatividad en la pasión del escritor, cuando consigue meterse plenamente en la historia que imagina. Enhorabuena.
ResponderEliminarMuchas gracias Carmen!
EliminarHola Lulita, no puedo imaginar siquiera lo que ha de sentirse tener un brote sicótico. Me encanta como lo has combinado con el tintero. También el ritmo del relato es genial y uno quiere leer todo hasta un final que nos hace dudar. Muy bueno. Saludos.
ResponderEliminarHoma Ana, difícil de plasmar ya que tampoco sé lo que se siente, pero siempre he pensado que tiene que ser algo más terrorífico que un accidente, perder el control de la realidad, la mente, es algo que me da mucho más miedo. Muchas gracias! Saludos
EliminarHola Lulita, madre mía, ¿estaba loco de escribir tanto o ya lo era antes de escribir? Madre mía, un relato que te deja temblando, muy bueno y con intriga.
ResponderEliminarUn abrazo. :)
A libre interpretación lo dejo, pues me gusta leer vuestras opiniones al respecto. Muchas gracias Merche por leerlo! Un abrazo!
EliminarAlgo chiflados tenemos que estar todos los que escribimos o intentamos esto de las escribideros. Has plasmado muy bien las fronteras entre la realidad y las pesadillas.
ResponderEliminarUn saludo, Lulita.
Gracias Tara! Un poquillo locos puede que si, pero hay locuras agradecidas. Un saludo!
EliminarUfff, qué agobio. Aunque creo que él no le puede echar la culpa de todo al tintero. Su sobredosis no parece tener que ver con el objeto en cuestión, sino que viene de serie. Muy bueno.
ResponderEliminarUn abrazo.
Gracias Rosa por leerlo. Un abrazo!
EliminarMuy bueno el ritmo con el climax a principio y la explicacion (velada) al final. Creo que acepto la oferta que consistia en vivir lo que escribia, y no pudo soportarlo. Tenia que haber escrito algo mas light, al menos para empezar y medirse. Le pasó pparecido al de Mercha
ResponderEliminarabrazooo
Gracias Gabilante! Aunque a veces no elegimos lo que escribimos, al menos no de manera consciente. Un abrazo!
Eliminar¡Hola Lulita! Muy buen micro, con los límites de la realidad difuminados y un personaje perdido entre sus sueños y pesadillas. Genial el desarrollo de como ese escritor va sintiendo en sus propias carnes todo lo que escribe para sus personajes.
ResponderEliminarUn saludo.
Hola Rocio! Muchas gracias por leerlo y por tus comentarios. Un saludo!
EliminarEste nuevo vicio de escribir compulsivamente creo que se merece una palabra o verbo propio que lo defina! Je, je! Por lo visto pasa mucho... ja ja! Me ha gustado tu relato, mantiene la tensión durante toda la historia, hasta el final que nos hace entrar en bucle! Genial! Un abrazote!
ResponderEliminarUn abrazote amiga! Gracias como siempre!!
Eliminar¡Hola, Lulita! Un estupendo micro del que me ha gustado especialmente cómo has sabido mostrar el momento creador. Esa sensación febril, alienada, absolutamente única en la que ni te das cuenta de los dedos que aporrean el teclado. Solo eres tú y la historia. Como si uno fuera simplemente un medio que conecta un mundo con el otro. Es algo que solo puede comprender quien lo ha sentido, pero tu inicio de micro creo que da una idea aproximada a quien todavía no ha sido abducido por las letras. Un abrazo!
ResponderEliminarGracias David! Una gran gratificación tus palabras!
EliminarEse tintero es peligroso!! Y ahora en complicdad con medicos. Quien lo creyera escribir es potencialmente una fuente de problemas
ResponderEliminarGracias Jose por pasarte! Un saludo!
EliminarUna pesadilla bien narrada. Enhorabuena.
ResponderEliminarGracias Guille! Un saludo
EliminarHola Lulita, sin duda terrorífico relato se quitan las ganas de acercarse a ninguna cosa que escriba. Un abrazo.
ResponderEliminarGracias Ainhoa, un abrazo!
Eliminar¿Ficción? ¿Realidad? Llámalo locura. Grato microrrelato para un cuerdo. ¡Gracias y saludo!
ResponderEliminarGracias Fernando, un saludo!
EliminarMuy buena tu aportación al reto, Lulita.
ResponderEliminarFelicidades.
Muchas gracias Macondo, un abrazo!
EliminarHola Lulita. La obsesión por escribir lo volvió loco, y supongo que el Tintero ha tenido mucho que ver. Todos nos vemos un poco reflejados en esa locura del escritor, y suerte que así es, o nuestra creatividad no sería lo mismo. Un abrazo.
ResponderEliminarUna locura divertida, un abrazo Jorge, gracias por leerlo!
EliminarHola Lulita, esas obsesiones no le llevaron a buen puerto a tu protagonista, y así queda demostrado con ese final.
ResponderEliminarUn abrazo
Puri
Un abrazo Puri, gracias por leerlo!
EliminarMuy buen relato Lulita,
ResponderEliminarNos describes muy bien esos sentimientos y sensaciones llevados al extremo presentes en el momento de la escritura, y ese cambio de escenario final donde nos encontramos con un posible problema físico y psíquico.
Un saludo.
Gracias Antonio! Una saludo
EliminarHola, Lulita, todas las historias que se tienen en la cabeza y que planean en el papel con sus obsesiones y miedo. Bien descrito compañera. Hemos caído en la locura. Un abrazo
ResponderEliminarNunca mejor dicho Emerencia. Un abrazo y gracias por leerlo!
EliminarInquietante, cree que es un sueño, pero... Es bueno.
ResponderEliminarGracias Cristina, un abrazo!
EliminarQué locura el tener que hacer algo sin poder parar nunca, por mucho que nos gustase la idea en un principio. Espero que sólo fuese un sueño.
ResponderEliminarGracias Flor por pasarte y leerlo. Saludos!
EliminarMe ha gustado muchísimo como has escrito desde el punto de vista atormentado del enfermo mental. Y lo has hecho con empatía, fluidez y delicadeza. Besos, Lulita.
ResponderEliminarQué bonitas tus palabras Myriam, muchas gracias. Un abrazo!
EliminarMagnífico, Lulita. Un juego onírico donde no se sabe cuándo empieza un sueño y termina la realidad. Absorbente a veces, angustioso otras, un trabajo magnífico.
ResponderEliminarUn abrazo!
Muchas gracias Pepe! Un abrazo grande!
EliminarGenial relato. Un enfoque completamente distinto e inesperado. El mundo de la psicosis en un escritor apasionado... Está muy bien descritos esos pasos de fantasía a realidad y viceversa. ¡Aplausos!
ResponderEliminarUn abrazo
Gracias Maite!! Un abrazo!
EliminarMuy buen relato, Lulita.
ResponderEliminarEs curioso cómo al personaje se le invierten los sueños y la realidad. Cuando está bajo la influencia del tintero se siente despierto y vivo. En cambio, cuando le liberan de ella, cree vivir una pesadilla. Es genial.
Un fuerte abrazo.
Gracias Estrella! Me encanta leer vuestros comentarios! Un abrazo grande!
EliminarHola, Lulita. Los contornos de la realidad se esfuman en tu historia. Pude sentir esa maraña de sentimientos del protagonista. Muy bueno!
ResponderEliminarMuchas gracias Mirna! Un abrazo
EliminarHola, Lulita. Estoy viendo que con este reto vamos a terminar todos en el psiquiátrico o comprando inspiración a cambio de nuestra Alma. Inquietante está la cosa y lo has descrito muy bien.
ResponderEliminarSaludos
Hola JM, pues tienes toda la razón, muchas gracias por leerlo!saludos
EliminarHola Lulita, me encanta la intensidad con que describes los sentimientos del autor, identificado con su obra y ese ascenso hasta la locura. Ufff, da hasta un poco de miedo. Estupendo micro.Un abrazo!!
ResponderEliminarMuchas gracias Lola! Un abrazo
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