Verde oliva

 




 Para el Tintero del Oro

Cada vez su verde es más apagado, más pardo, marrón. No llueve, no da tregua a la preocupación del labrador. Los viejos se lamentan a diario, malos tiempos vienen. Escucho las conversaciones:

—¡Madre del amo hermoso! No hay quien compre una garrafa. Acabaré hasiendo el panaseite con aseite de giraso

—No sale a cuenta paga el jorna pa lo que hay

—¡Oro, oro líquido!  

El tema es recurrente en cada visita. Muchas bocas dependen de ese color, no solo es el pan, sino una forma de vida. Es parte de lo que hemos sido y somos, aun a falta del suficiente relevo generacional.

Como el pescador que se siente perdido cuando no tiene su azul, así nos sentiríamos sin nuestro mar perenne de verdes y platas.

Ese verde cálido de mi infancia. Ese verde que menospreciaba en mi adolescencia, cuando solo quieres volar fuera pero que siempre me ha dado la bienvenida cuando volvía, porque su color era sinónimo de hogar.

Recuerdo las lágrimas que me acompañaron al marchar aquella vez que el verde se difuminaba cuando mi padre murió, porque en la próxima bienvenida que me diera, él ya no estaría.

Y ahora entiendo por qué es mi color favorito. No es por haberlo heredado de mi madre, o por ser el color de la esperanza, es porque forma parte de mí, de mi gente. Por eso les deseo que no pierdan su verde, que no pierdan la esperanza de seguir siendo quienes son, aceituneros altivos, andaluces de Jaén.






Comentarios

  1. Hola Lulita, un gran homenaje te ha quedado, no solo al color verde oliva, sino también y, sobre todo, a los millones de olivareros que hay en Jaén y en el resto de España. Esperemos que, verdaderamente, no pierdan su verde, como tú dices, ese mar verde inmenso que recorre los campos de Andalucía, Castilla La Mancha, etc. Muy buen relato, te felicito por él.
    Un abrazo. :)

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    1. Muchas gracias Merche! Eso esperamos. Un abrazo!

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  2. En este caso se trata de un verde 'añoranza...'.Buen micro!
    Un abrazo
    lady_p

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  3. Gracias por pasarte y comentarlo! Un abrazo

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  4. Madre mía, panaseite con aceite de girasol. Que el cambio climático nos libre de tal aberración, aunque a 14 euros el litro que la he visto hoy, el aceite de oliva empieza a ser para ricos. Precioso relato.
    Un abrazo.

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    1. Pues sí, no lo recuerdo tan caro. Gracias Rosa, por pasarte y comentarlo. Un abrazo

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  5. Pura poesía este homenaje a tu verde, a tu tierra y a sus gentes! Espero que el 2024 este lleno de ese verde y de muchas escrituras tuyas! Un besote amiga!

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  6. Hola Lulita. Qué haríamos sin nuestro aceite y sin nuestras olivas! que nos duren muchos años o terminaremos cocinando con mantequilla como hacen los ingleses. Brindo por esos olivares de Jaén y sus gentes. Un abrazo.

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    1. Muchas gracias Jorge, en lo culinario y con todos mis respectos, esperemos no acabar como los ingleses. Un abrazo

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  7. Hola Lulita que bonito relato entre mares de olivos. Ojala no desaparezcan que si nos falta el oro liquido la llevamos clara. Un abrazo.

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  8. ¡Oh! Esos aceituneros altivos... Qué gran homenaje en ese final. Un micro precioso, Lulita. Melancólico y teñido por la pérdida.

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  9. Hola Lulita, un deseo compartido... El verde esperanza nunca hay que perderlo. Bellísimo mensaje. Un abrazo

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    1. La esperanza es lo último que perdemos, gracias Nuria!

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  10. Bello micro, con un hermoso mensaje, nunca perder las esperanzas, saludos.
    PATRICIA F.

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  11. Hola Lulita. Te quedó hermoso, homenajeando a los labradores que cultivan la aceituna. Logras transmitirnos esa preocupación por perder ese verde tan importante y esencial. Me gustó. Enhorabuena...

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  12. Hola, Lulita, un micro que enaltece los valores humanos y el trabajo de la tierra, de esos agricultores y esos nutrientes que permiten que hasta a esta pequeña isla lleguen esos productos. Buen micro, original y honroso. Un abrazo.

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  13. Qué homenaje a "sus troncos retorcidos" y a los aceituneros altivos! Te honra semejante recuerdo. Bellamente contado, además. Un abrazo

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  14. Hola Lulita.
    Un homenaje a los aceituneros altivos, andaluces de Jaén. Un homenaje a la gente que siempre estará ahí, para dar la bienvenida a quienes vuelven buscando el color del hogar.
    Un abrazo.
    Marlen.

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    1. Qué bonito Marlen, así es, gracias. Un abrazo

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  15. Tu inspiración en Miguel Hernández queda patente. A continuación me viene también a la memoria cuando el grupo "Jarcha" en los años setenta cantó su poema. Y todo eso unido a que he vivido en pueblos olivareros de Jaén mucho tiempo y amo el aceite de oliva como buen loco que soy, pone de relieve mi disfrute ante tu jiennense microrrelato.
    Como dice la copla en alguna de sus partes.......
    ......."¡Olé Andújar y Baeza
    Olé, ya, La Carolina / . . ./
    / . . . / La Virgen de La Cabeza
    Y El Santo Rostro de Cristo
    Viva tu provincia entera.
    Viva Jaén! " 🤗 💎 💚 💚 💚 💚 💚 💚 💚 💚

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  16. ¡Hola Lulita! Qué precioso homenaje a los aceituneros y a un ingrediente, el aceite de oliva, imprescindible en la tradición culinaria de Andalucía.
    Como bien mencionas en tu micro, cada día su precio está más por las nubes.

    Un saludo.

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  17. Ese verde no es solo favorito, que parece poco más que una frivolidad, es esencia.
    Esa huida al rojo o a cualquier otro menos sereno de la sdescencia, o del ímpetu de una determinada época, pero que vuelve a sus raíces, que para eso son raíces.. " Roda el mon i torna al born". Ese verde oliva, que es la tonalidad más bonita del verde, puede rivalizar en inmensidad con el azul del mar.
    Muy poético y desgarrado homenaje.
    abrszooo, Lulita

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  18. Yo también soy fan del verde, Lulita, es un color único y portador de la más maravillosa calma, sobre todo si está acompañado de un paisaje idílico como esos campos de olivos.
    Muy emotivo, me gustó mucho el amor a la tierra que brota de él.
    Un abrazo

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  19. Hola, Lulita.
    ¡Qué color tan importante para los Andaluces! Que sería de nosotros sin el verde.
    La verdad es que el aceite está por las nubes, pero, como siempre, no son sus cultivadores quienes sacan el mayor beneficio. Ojalá se pudiera cambiar esto y Jaén, y toda Andalucía, siguiera conservando este grandísimo tesoro.
    Brindemos por un futuro esperanzador para los Oliveros. Con aceite y olivas por supuesto.
    Me encantó el relato, lleno de sensibilidad y belleza. Enhorabuena.
    Un Abrazo

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    1. Gracias José Antonio, un deseo compartido. Un abrazo

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  20. Hola, Lulita, "aceituneros altivos, andaluces de Jaén", uno de mis poemas favoritas de M.H, como si le hubieras hecho también un homenaje. El verde, ahora tal vez más que nunca, representando a ese nuevo oro tan preciado y que degustamos. Un relato precioso y sentido.
    Un abrazo.

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    1. Gracias Mila, con tu tierra y Miguel Hernandez siempre hay sentimiento. Un abrazo!

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  21. Un sentido homenaje a nuestros aceituneros, que convierten esas verdes aceitunas en ese oro líquido que todos necesitamos .
    Preciosos texto Lulita. Un abrazo
    Puri

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