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Mostrando entradas de marzo, 2023

Días de Verano

             Las familia Álvarez llega en tropel a la playa como cada mañana. Si bien, a primera  hora y para reservar la primera línea con sus trincheras, había llegado la avanzadilla. Compuesta por los veteranos, el abuelo Paco y la abuela Encarna. Sillas, sombrillas y demás parafernalias fortificaron la zona. Una hora después llegó el resto del destacamento, compuesto por su hija, hijo, cónyuges y la prole de ambos, en total, once insurrectos a la bandera roja que ondea en la cercanía. María, la hija mayor, se derrumba en una de las sillas y saca de su bolso el vicio denostado. Le da la primera calada de la que saben vendrán muchas más para sobrellevar otro día de playa en familia. El marido, Julio, le acompaña en el derrumbe e intenta sumergirse en el diario deportivo antes de que Pepe, el pequeño o también conocido como la reencarnación del mal, haga de las suyas. Con la indiferencia de la adolescencia está tumbada Marieta. Ya se ha embadurnado del aceite de moda que infartaría a

Libre para sentir

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Foto: Josephine Cardin Por fin se siente libre para sentir, sin miedo o vergüenza a mostrar.  Ella, que nunca ha sabido expresar lo que siente, que le enseñaron desde pequeña que la sensibilidad  es debilidad. Aún recuerda, cuando tan sólo con seis años, tuvo que estar ingresada en un hospital, meses, sola, sin la compañía de sus padres, ya que trabajaban y cuidaban del resto de sus hermanos. Pero lo más duro, no era la soledad del ingreso, si no el reencuentro con la figura materna, cuando ésta le reprochaba su debilidad por pedirle que se quedara a su lado a lágrimas vivas.  "¿ No entendía que no podía ser?, ¿ Tenía que explicarle otra vez los problemas que tenía ?" Y ella acababa entendiendo, como entendía que a su manera la quería, era su madre, el problema tal vez era ella. Nunca fue lo suficiente lista, dura y valiente. Siempre había sido temerosa en la vida, intentaba que no lo notaran y lo conseguía. Había trabajado años en su aspecto silencioso, de paso en la vida si

El piano que vino del mar

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                                                imagen película "El Piano" de Jane Campion Teresa sale de casa como cada día para visitar el cementerio. Mientras recorre el melancólico camino es empujada por un grupo de niños que vuelan, cual bandada de gaviotas, en dirección a la playa. Le siguen varios grupos de vecinos del pueblo, que cuchichean al verla. Carmen, la bibliotecaria, se le acerca y le explica que ha aparecido un piano en la playa, nadie sabe de quién es, ni como ha llegado. Los cuchicheos incrementan cuando Teresa , sin dar tiempo a añadid palabra alguna, corre hacia la playa. En el momento que su mirada se posa en el piano, un dolor le agarra el alma, sus ojos se nublan de lágrimas y a su mente viene la imagen de los restos del pesquero de Manuel, como náufragos en la orilla. Y como desde entonces, no ha vuelto a tocar melodía alguna, pues decidió enterrar ese mismo día a sus dos pasiones, en la fría y silenciosa tumba, en el profundo mar. Avanza entre la mu